Llevaba toda la semana dando vueltas a la entrada del blog de este sábado, día que elijo para escribir. Tenía la intención de jugar con el sarcasmo y con los resultados de las elecciones de mañana, pero he de reconocer que me he quedado un poco frío con la idea después de leer a mis correligionarios blogueros que sigo a diario. Todos ellos, como siempre cada uno con su estilo, han abordado el tema con un hondo calado, con una inquietante seriedad y profundidad, con mucho sentido crítico y seguro que no es para menos. Nuestra clase política es deplorable, es la peor que hemos tenido en nuestra historia y está muy alejada de poder ofrecer nada bueno a la ciudadanía de este nuestro país, cada día más crítica, cada día más formada, informada y con un criterio nada correspondido.
Lo malo de mis limitaciones como cronista es que cuando me invade una idea, sentimiento o sensación, no soy capaz de renunciar a ella y necesito expresarla con mi torpeza habitual o me quedo bloqueado durante una temporada larga sin poder escribir sobre ninguna otra cosa. Por tanto y aunque de una manera menos seria, sin llegar a la frivolidad, disfrazando la crítica con la ironía, con la admiración de siempre a mis compañeros de viaje por el océano de la red, voy a contar mi historia y a sumarme a sus comentarios con un respeto sincero, obligado y debido.
Para mi las vísperas de unas elecciones, sean generales, autonómicas o locales, suelen ser días de felicidad. Me siento relajado y concilio el sueño por la noche como en pocas jornadas de mi vida. Me acompaña durante todo el día una sensación de pasmosa tranquilidad, un sentimiento complaciente, la idea de un regocijo pasajero y especial por mí y por todos los demás. Sé que sean cuales sean los resultados de las elecciones al día siguiente todo el mundo gana, y que pocas veces en nuestra vida podemos vivir acontecimientos futuros con la seguridad de que el resultado alcanzado será siempre satisfactorio para todo el mundo.
Mañana en el ocaso del día, cuando lleguen las primeras noticias de las encuestas, los primeros datos de los recuentos de papeletas de las mesas electorales, cuando más tarde salgan los portavoces de los partidos como antesala a las declaraciones de los líderes de cada partido político, estaré tranquilo, feliz y alegre porque en el fondo da igual cual sea el resultado que nos aventuren y confirmen más tarde de forma oficial, todos seremos vencedores.
Los que hoy saben que ganarán mañana nos contarán que se han hecho buenas las encuestas, que España ha manifestado su intención de cambio, que el gobierno actual ha sido derrotado y que con ellos se iniciará una nueva etapa de recuperación, de confianza y logros económicos para devolver a nuestro país al sitio que le corresponde. Que no debemos esperar al 2012 para convocar las siguientes elecciones generales y dar así el apoyo definitivo a su líder para convertirse en el nuevo presidente del gobierno de nuestra nación.
Por el contrario los que hoy esperan salir derrotados mañana, también ganarán. Escucharemos declaraciones que nos abrirán los ojos a otros puntos de vista, y donde el más humilde de los mortales pensaba que lo que ha ocurrido es una derrota sin paliativos saldrá de su grave error y conocerá la realidad de unos resultados óptimos, con una caída menos de la esperada, con un índice de apoyo aún mejor de lo previsto, con territorios defendidos aún en coaliciones cuando ya se daban por perdidos, con alguna alcaldía recuperada y con un número de votos que al menos dan esperanza para el próximo año. Si acaso tampoco fuese así, da igual porque de los peores resultados se sacan las mejores conclusiones, y en la confianza que deberán renovar en escasos doce meses pondrán todo su empeño en todo este tiempo para demostrar que siguen siendo la mejor opción para gobernarnos y que desde la renovación más democrática y transparente de unas primarias saldrá el nuevo secretario general que los llevará a la victoria.
También ganarán los más pequeños. Seguro que crecerán en número de votos, concejales y diputados parlamentarios, nunca suficientes para ser una alternativa seria a los dos partidos principales, pero avanzando en sus posiciones y en algún caso coqueteando con el poder mediante pactos, coaliciones y compromisos de gobernabilidad.
No nos olvidemos de los nacionalistas, ellos ganan seguro. Alcanzaran alcaldías perdidas históricamente, subirán en los ayuntamientos en número importante aunque no suficiente, se mostrarán poderosos en sus discursos para ofrecerse cual cortesanas al mejor postor de cara a compartir lecho en la noche de las próximas generales. Los que más ganan en este grupo es el partido legalizado en última instancia por el TC que volverá a las instituciones, nos guste más o menos, para financiarse y Dios no lo quiera seguir financiando a los que atentan, aterran y matan a nuestros conciudadanos. La legalidad los ampara y esperemos y deseamos que el camino del alejamiento de la violencia no sea una nueva falacia y se convierta en una realidad cuanto antes.
Y una mención también para el movimiento espontaneo nacido hace una semana. Ellos también ganaran, y esperemos que en su victoria no acarreen su propia muerte como la Mantis religiosa. Esperemos que no pierdan su frescura, su posición plural, su capacidad para la crítica desde el respeto y su independencia y que mueran en el intento codicioso de convertirse en una organización anti sistema dentro del sistema y viviendo cual parásitos del mismo.
Qué maravilla, deberíamos hacer más elecciones a lo largo del año. Las jornadas de reflexión como la de hoy son días de esperanza, de felicidad y confraternidad. Nadie se siente mal, sabedores que ocurra lo que ocurra durante la jornada de mañana todos resultaremos vencedores. No hay desasosiego, no existe la inquietud, ni los nervios. Esta noche dormiremos como troncos y si mañana el tiempo nos acompaña con un día soleado de primavera disfrutaremos desde que nos levantemos de la ilusión de la victoria. Así da gusto vivir cada día nuestra amarga existencia.
Felicidades a todos por la victoria hoy ya anticipada..
2 comentarios:
Estamos a menos de media hora de que se cierren los colegios electorales y no puedo estar más de acuerdo con este comentario. Hoy todos habrán ganado, ellos seguro que si, nosotros dependerá de si cambia algo o todo sigue igual, aunque me malicio lo peor.
Me confundí,lo reconozco, no todos han ganado, y al menos en un gesto que le honra el Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE reconoció la dura derrota que las urnas han afligido a esta opción. Ahora veremos en pocos días como evluciona todo y que consecuencias acarrean estos resultados. Ya no aventuro nada, todo puede pasar, lo único que espero es que sea lo mejor para todos.
Un abrazo.
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