Esto es lo que debió de pensar Jaume Matas cuando decidió llevárselo crudo por su paso por la presidencia de la Comunidad Autónoma de Baleares. Ojito con los dichos populares y con las frases hechas. A partir de ahora la que encabeza este escrito puede ser, además de contundente en lo relativo a su significado popular, toda una declaración de que te estás llevando lo tuyo y todo lo de los demás. Realmente se le puede aplicar sin ningún tipo de equívoco al ex-ministro y ex- Presidente de la Comunidad autónoma Balear. Parece ser, y lo digo por aquello de que sin sentencia en firme todo el mundo es sólo presunto, que el señor Jaume Matas se lo ha llevado a manos llenas.
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El juez instructor del caso le ha imputado ni más ni menos que doce delitos de corrupción: siete de ellos por malversación de caudales públicos, tres por blanqueo de capitales, y dos delitos electorales. Todos estos delitos acumularían unas penas de hasta 64 años de cárcel, y para evitar de momento entrar en prisión una fianza de 3 millones de euros, una de las más altas de la historia sólo igualada por la impuesta a Roca en el escándalo del Ayuntamiento de Marbella.
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Creo que son datos más que suficientes para dar idea de lo grave del asunto. Creo que la podredumbre de nuestra clase política huele de lejos, apesta y el hedor contamina todo lo que está cerca de un cargo público con poca o mucha responsabilidad. No es sólo un mal de unos, aquí no se salva nadie, detrás de este supuesto señor aparece la supuesta señora Munar en la misma comunidad autónoma, y nos encontramos cada día un caso nuevo de un color u otro. Seguramente cometo una injusticia por la generalización en el colectivo, sé que este tipo de prácticas ilegales no afectan sólo a los políticos, que se dan en la vida privada y en cualquier sector de nuestra economía. Pero dicho esto, la gran diferencia es que estos señores que “vocacionalmente” se dedican al servicio público utilizan sus posiciones para enriquecerse personalmente a costa del esfuerzo y el dinero de la sociedad, termino abstracto que engloba a cada uno de nosotros como contribuyentes, pagadores de impuestos y víctimas de la incapacidad más que demostrada de todos ellos.
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Me invade una vez más la indignación, estoy harto de toda esta chusma que en nombre del bien social, de la entrega por los demás, del servicio a la comunidad, nos roben a todos, nos chuleen, y lo que es peor insulten a nuestra inteligencia. El señor Matas si se prueba alguno de esos doce delitos debe de ir a la cárcel, pero además debería devolver y con intereses hasta el último euro que se ha llevado. Lo mismo vale para él como para todo aquel que se ha enriquecido a costa de los ciudadanos. Hace poco salía de la cárcel el señor Roldan, ha pagado con 15 años de su vida sus delitos de la misma índole, pero tampoco ha devuelto ni un céntimo de lo que se llevo. Todos son iguales, todos están cortados por el mismo patrón, todos son de la misma ralea.
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Algo deberíamos hacer, no sé si como colectivo o cada cual a título personal, pero si no decidimos aniquilar a esta jarca de chorizos, ladrones, estafadores y gente de mal vivir vamos a terminar mal, muy mal, y seguro que más de uno con úlcera de estómago.
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1 comentario:
No solo estoy de acuerdo al 100%, sino que como esto siga así, voy a acabar siendo especialista de diatribas contra la corrupción; tema que ya me ha colonizado varias entradas en el blog.
El problema más grave: que hay mucho ciudadano que, además de seguir votando por el partido corrupto (sea cual sea), piensa que si él estuviera en el lugar del Matas de turno, haría exactamente lo mismo.
El estado parece ser enemigo de todos y patrimonio de nadie, al igual que el servicio público.
Hay que darles hasta en el cielo de la boca y añadir una pena: el delito tiene un tiempo de condena, pero la condena no se acaba hasta la devolución de la pasta, deforma que serían 15 años si devuelve el dinero y todo el que Vd. quiera si no lo devuelve. Como sugerencia, vamos...
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