Tan sólo dos días han pasado de mi quincuagésimo
aniversario y como viene ocurriendo cada año desde hace cuatro, acudo a esta
cita pública para compartir nuevos sentimientos y sensaciones ligados íntimamente
a mi ser.
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Dice José Saramago en su poema:
“..Tengo los años que necesito para vivir
libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero,
Pues llevo conmigo la experiencia adquirida,
Y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo?
Eso ¿A quién le importa?
¡Tengo los años necesarios para perder el
miedo,
Y hacer lo que quiero y siento!
Qué importa cuantos años tengo
O cuantos espero, si con los años que tengo,
¡Aprendí a querer lo necesario y a tomar,
sólo lo bueno!”
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Cuando uno alcanza una edad que sobrepasa
suficientemente la mitad de su vida, cuando el almanaque se reduce camino de esa
última hoja que a todos nos espera, cuando acumulas ya más primaveras de las
que te esperan, empiezas a sentir un colisión de sentimientos que zarandea todo
los cimientos de tu ser.
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Hace tiempo ya que las dudas se convirtieron
en certezas, que los sueños quedaron maltrechos en su mayoría por el camino de
la vida, que los anhelos se convirtieron en realidades y que las más de las ilusiones
se truncaron sin ser alcanzadas.
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Hace tiempo ya que derramé lágrimas
prematuras de dolor por los que se fueron, que herí mi alma con heridas incurables,
que la soledad por las ausencias queridas me acompaña.
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Tarde no es y prisa no tengo para andar el
último trecho, sin miedos, con el equipaje justo, con la libertad necesaria de
elegir sólo aquello que quiero.
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No es tarde aún para tomar de la vida lo
mejor que me ofrezca y prisa no tengo para terminar de saborear lo bueno que ya
tengo.
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Tarde no es para cumplir alguna esquiva quimera, y
prisa no tengo para agotar la ilusión que aún mantengo.
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Tarde no es para seguir viviendo, y prisa no
tengo para terminar muriendo.
2 comentarios:
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas…
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!
Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!
http://blogger.ip-spain.es/2012/11/tengo-la-edad-que-quiero-y-siento.html
Cuanto más te leo amigo mas me gusta el haberte conocido.
me ha gustado mucho, por la forma de escrirlo, muy poética y por la verdad que encierran tus palabras.
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