sábado, 28 de noviembre de 2009

Navidad


A menos de un mes para el día de Navidad, he decido con un día de retraso sobre el Ayuntamiento de Madrid, inaugurar el periodo de las fiestas. Por eso os encontráis los tres primeros villancicos.
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No soy un gran devoto de estas fiestas, son fiestas para los niños más que para los mayores que convivimos con la dualidad de las ausencias, y la obligación moral de impregnar estos días de la ilusión y la magia que los más pequeños se merecen.
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Me gustaría convencer a alguno de mis seguidores habituales a que envíen sus propios escritos sobre la Navidad. Sé que al menos uno escribe, o ha escrito algún cuento dedicado a los verdaderos protagonistas de estas fechas. Cuentos redactados con mucho cariño y más esmero, cuentos de Navidad, relatos cortos escritos con el único fin de sembrar una semilla de ilusión en los corazones de los pequeños y no tan pequeños. Estaría encantado de publicar un relato de alguien que estando lejos durante prácticamente todo el año, acude puntualmente a esta cita cada año, vuelve a casa por Navidad para hacer de estos días unos días más entrañables regalando siempre una sonrisa, mucho humor y más amor. Si te decides y te apetece ya sabes que este es tu sitio tanto como el mío.
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Espero también compartir con todos el primer cuento que Belén, mi hija, está preparando para compartirlo con toda nuestra familia la Noche Buena. Está muy ilusionada con la idea, pero en un exceso de confianza puede ser que le pille el toro, y al final toda su buena voluntad se quede en eso, en voluntad y en la promesa que para el año próximo si llegará.
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2 comentarios:

Virginia dijo...

Cuando vivían mis abuelos y en Nochebuena se juntaba toda la familia, mi hermana, mi prima y yo montábamos un pequeño espectáculo después de la cena, que iba desde el baile hasta la poesía pasando casi por los espectáculos teatrales para recoger el aguinaldo. Algo teníamos que hacer para recaudar algo de dinerín en los días en lo que teníamos 100 pesetas para pasar toda la semana y más siendo Navidad...
Cuando me acuerdo me sonrío encantada, incluso alguno de mis tíos recuerda alguna Nochebuena memorable porque al final acaban participando con lo primero que tenían a mano, y ni que decir tiene lo bien que lo pasábamos con los ensayos y los preparativos!Así que desde aquí le mando a Belén todo mi ánimo y vamos por ese cuento!! y a los demás, va venga, amimaros. A mí la pluma no se me da, que le vamos a hacer, una no puede ser perfecta, jaja.Un besito.

Jorge Martínez Beneyto dijo...

Gracias Virginia. !!!Como tú comentas,tanto en tu propio recuerdo como en el recuerdo de tu familia queda la imagen de aquellas Navidades. Al final es una forma de compartir la ilusión de los niños y de los mayores, hacer de estos días algo tan importante como para que te acompañe siempre. Un beso.