Harto de estar harto, ya me cansé, de preguntarle al mundo porqué y porqué. Este inicio de la canción de Joan Manuel Serrat, Vagabundear, es lo primero que me vino a la cabeza el martes pasado después de entrar en el blog de mi amigo y compañero Rodrigo, http://simansants.blogspot.com/2009/06/harto-del-doble-rasero-mi-repudiado.html, y leer su escrito manifestando su hartura de la doble moral de esta sociedad, del maniqueismo mediático, como él mismo cita, de que nos tomen como idiotas. Y como no podía ser de otra manera me sentí identificado plenamente con lo que allí leí, y sin intención alguna de "pisarle la sotana", decidí que para romper con la pereza que me había invadido en estos primeros días del verano, debía escribir algo a modo de continuación y simplemente como complemento a lo que él nos contaba.
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Harto de estar harto, ya me cansé, de que todo lo que los medios de comunicación nos cuentan este siempre más cerca del mal que del bien, que las noticias que a diario leemos, oímos y vemos siempre nos cuenten lo mismo, que la actualidad sea sinónimo de podredumbre, de fiascos, de estafas y robos, de accidentes, guerras y desgracias. Harto estoy de cohechos, de prevaricaciones, de perjurios, golpes de estado, atentados, muertes y más muertes, dolor, sufrimiento y enfermedades, pandemias, crisis y colapsos económicos. Harto de que el mal gane al bien, de que lo que venda sólo sea lo peor de nosotros mismos.
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Estoy harto de que los titulares de las noticias los llenen personajes como Mohamed Ahmadineyad, Alberto Saiz, Michel Jackson, José Luis Pérez Caminero, Garzón, Luis Bárcenas, Manuel Zelaya, Correa, y un largo elenco de personajes del presente y del pasado, que aparecen siempre en los medios de comunicación por sus fechorias, sus inquinias, dislates, y disparates. Harto estoy de nuestros políticos y los del resto del mundo, de los terroristas, de las mafias, de chorizos, ladrones, violadores, pedrastas, de banqueros chorizos, de directivos de multinacionales quebradas y mal gestionadas, de dictadores, de policias corruptos, de curas abusadores. Ya me he cansado de leer, ver y oir siempre lo mismo, que la prensa, la radio y la televisión como medios masivos de comunicación se hagan un hueco entre su audiencia, entre todos nosotros, por llevar a sus portadas, a sus espacios de noticias, todo aquello que representa los peores valores de nuestra sociedad, una sociedad enferma como ya he comentado en más de una ocasión, y que sólo se alimenta de lo peor que hay en ella, que se realimenta una y mil veces de los escrementos, de los detritos morales y éticos de nuestra especie.
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Alguna vez me gustaría comprar un periódico y leer en su portada a toda página alguna noticia que hablara de esperanza, de bondad, de felicidad, incluso si me apuráis de amor. Necesito que el Bien sea noticia, que lo que nos impulse a comprar un diario sea lo "blanco" y no el "negro" y oscuro lado de la vida. He hecho un ejercicio estos días. He buscado, rebuscado, escudriñado, analizado, diseccionado distintos periódicos en sus ediciones de papel y electrónicas buscando noticias de alcance pero noticias "blancas", noticias que sin duda podrían abrir cualquier edición de prensa, televisión y radio siendo opuestas diametralmente a lo que cada día encontramos en los medios. Aunque no tenía ninguna esperanza, y aunque lo que finalmente sólo he visto y leido en este sentido eran artículos nímios y reducidos, he encontrado dos. Sólo un par en cinco días de una verdadera inmersión en un mar de letras, artículos y sueltos. Y si ahora os digo el nombre de ambos protagonistas, casí ninguno de vosotros, o ninguno, sabréis relacionar sus nombres con el hecho noticiable al que se les asocia. Os confieso que yo mismo hubiera pasado por alto ambas noticias fuera de este esfuerzo escudriñador. Javier Hernández-Han y Al Shaymaa, son los elegidos, premios Ashokas Invent your World Challenge y Martin Luther King respectivamente. ¿Y porqué son noticia? Pués el primero, jóven español de quince años, ha inventado un sistema, Versatile, para acabar con el hambre en el mundo, un juego de niños, un sistema cuyo motor son las algas del agua salada. No soy capaz de trasladar aquí la complejidad del mismo, no tengo capacidad ni conocimientos suficientes, pero creo que debería ser noticia de las primeras páginas de los diarios de todo el mundo, creo que un sistema así debería abrir todos y cada uno de los espacios de noticias de las televisiones y emisoras de radio. El sistema está por desarrollar logicamente, pero la noticia de la oportunidad de terminar con el hambre, con la miseria del mundo, debería ser la más extendida, la más conocida, la más valorada de todas las que se han dado ha conocer en los últimos días, semanas, meses y años. El segundo caso es un canto a la vida, es un canto a la esperanza. El cuerpo de Al Shaymaa tiene precio. Es una diputada tanzana, es una negra albina. Y en el continente africano, en muchas de sus culturas, a los albinos se les consideran seres con poderes mágicos, son talismanes, y son asesinados porque sus miembros traen buena suerte. Acaba de ser nombrada ministra del Gobierno Tanzano y lleva toda su vida trabajando en favor de un colectivo de 175.000 personas que como ella padecen esta anomalía que lo único que les puede aportar son cegueras prematuras y cancer de piel. Se le acaba de reconocer internacionalmente una vida de sufrimiento, esfuerzo y dedicación por sus semejantes, por su lucha y por intentar proteger de la incultura, de la superchería a miles de conciudadanos que diariamente son perseguidos y aniquilados por la barbarie. Un reconocimiento que en nuestros medios de comunicación se ha liquidado con un pequeño suelto en una edición electrónica de un diario.
Harto de estar harto, ya me cansé de preguntarle al mundo porqué y porqué. Yo no tengo las respuestas, no sé cuando ha de cambiar todo esto, pero espero y deseo que algún día, generaciones futuras, al abrir cualquier diario lo que encuentren en sus páginas, electrónicas o de papel, sean contenidos que para nosotros hoy duermen en el sueño de la esperanza y que tan lejos están de convertirse en realidad. Espero y deseo que el Bien gane al Mal, y que culturalmente apreciemos lo mejor de todos nosotros y que busquemos con ahinco la luz de nuestras vidas para enfrentarlas a la oscuridad que hoy invade nuestras almas y nuestros corazones. Sólo así el legado que estamos obligados a dejar a nuestros hijos permitirá que la doble moral desaparezca de nuestra sociedad.
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1 comentario:
Deberíamos crear un blog que se llamase "La Lupa", en el que recoger estas buenas noticias, esas que tanto nos cuestan encontrar en la prensa. Un abrazo.
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