sábado, 17 de enero de 2009

Hoy hace 46 años que aquí estoy.


He decidido darme un público homenaje. Voy a compartir con todos vosotros, pocos realmente sois los que hasta hoy habéis venido a este espacio común, el día de mi cumpleaños.


Más o menos a esta hora hace justo 46 años decidí formar parte de este mundo, y digo que decidí sin tener mucha idea si realmente fue una decisión de mi propia voluntad o la suma de procesos biológicos y fisiológicos, o simplemente la sabiduría de la madre naturaleza que llegada la hora puso en marcha la maquinaria de un parto rápido y con todo el dolor que en estas ocasiones una madre es capaz de aguantar, con un umbral de sufrimiento realmente alto y un aguante excepcional.


Cierto es que ninguno de nosotros tenemos la posibilidad de opinar, debatir, aprobar o rechazar el hecho de aparecer un buen día por la vida, sin más aquí estamos porque hemos llegado.


Pero una vez aquí, ¿Qué? Pues en mi caso, una vez aquí nada especial. ya me gustaría a mi poderos contar que he tenido una vida excepcional, llena de estrambóticas vivencias, repleta de aventuras o incluso desventuras, ya me gustaría a mi. Soy un ser normal, corriente, mondo y lirondo que ya ha recorrido más de la mitad de su vida sin significarse en nada especial. Es cierto que por estos lares poder decir que tú vida es bastante normal no es del todo malo, tampoco es especialmente bueno, estoy convencido que pertenecer a una minoría da para mucho más en estos tiempos que corren, pero no soy inmigrante, ni homosexual, ni formo una familia mono parental, ni soy nacionalista, ni tengo dialecto y para colmo recibí una educación judeo cristiana que seguro y sin saberlo han hecho de mi un ser lleno de traumas y complejos, pero al final me conformo cada día con despertar por las mañanas y pensar que tienes una nueva jornada por delante para buscar la felicidad, para encontrar una nueva ilusión, para sorprender a tu ser más querido y dibujar una sonrisa en su cara.


Más de la mitad de mi vida, y no he escrito un libro, tampoco he montado en globo, y eso sí he plantado más de un árbol. Creo que como deberes me debería plantear para este año que hoy empiezo intentar hacer una de las dos cosas aún pendientes, y me inclino más por el globo, que por escribir un libro, ya me gustaría ser capaz y tener facilidad para poder hacer algo más que juntar unas pocas letras que forman palabras más o menos coherentes, en uno o varios párrafos seguidos.


Más de la mitad de mi vida y ya he perdido a muchos seres queridos, parte de mi familia: padres, hermano, mi único tío, todos ellos víctimas de la misma enfermedad, eso sí en distintas variantes, el sino familiar que algún día llegará a tocar a mi puerta reclamando una nueva víctima para su triunfal y debastadora gloria ; un buen amigo y mejor persona en un trágico accidente de coche, otro aún más joven harto de soportar su propia miseria vital, que decidió tirar por la calle del medio y un buen día se descerrajó un tiro en su cabeza con su mejor escopeta de caza.


Más de la mitad de mi vida y tampoco estoy sólo. Mis hijos, mis sobrinas y sobrinos, las nuevas generaciones de esta pequeña familia han llegado para sustituir el dolor de las ausencias con la nueva alegría de las vidas por hacer, de millones de ilusiones, sorpresas, y proyectos que se cumplirán a medias, pero que viéndoles a todos ellos pelear por cada meta, harán que de el resto de la vida que me queda aún por vivir encuentre seguro un millar de alegrías.


Hoy cumplo 46 años, no me siento peor que ayer, no me siento especialmente más mayor, sigo buscando cada día motivos para sonreír, muchos de ellos los encuentro en pequeños gestos, en los detalles que la vida nos ofrece, entre los seres que me quieren. Hoy es mi cumpleaños y he pasado un día tranquilo y apacible, he perdido un partido de padel y he podido compartir mi tiempo con la gente que más quiero. Faltaba Belén, mi hija, ya a sus 9 años tiene una agenda propia, y naturalmente los cumpleaños de las amigas son mas importante que el de papa, me ha llamado por teléfono a mi se me ha caído la baba y ella estaba doblemente feliz, se lo está pasando pirata con sus amigas y papa estaba encantado con la llamada.


Hoy quiero deciros que cumplir años no es tan malo, que he perdido pelo, y por contra voy ganando peso; que revivo recuerdos lejanos y olvido las cosas de ayer, pero que espero volver en un año y celebrar de esta misma manera mi nuevo cumpleaños con todos vosotros, a lo mejor para entonces seremos unos pocos más.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy linda reflexión un ejercicio que deberíamos hacer cada año o cada vez que el alma necesite alimentarse para continuar llevando una vida con alegría. Felices 46.