domingo, 14 de noviembre de 2010

El Parlamentario Patrio


He leído hoy un artículo en Internet que comparaba la calidad oratoria de los parlamentarios y políticos españoles que hoy en día tenemos en nuestra democracia, con los anteriores a la Guerrea Civil y el periodo de la ominosa dictadura. La verdad es que no puedo estar más de acuerdo con la autora, María López, y es que perdemos por goleada.

No voy a plagiar el mismo, ni a repetir los clarividentes ejemplos que ilustran su artículo, pero tirando de las actas del Parlamento, lo que antaño eran casi perlas de la oratoria se han convertido en interpelaciones chabacanas y barriobajeras. Da igual de que orilla del río político vengan las intervenciones, es lo mismo que desde el gobierno o de la oposición, ninguna es buena, ninguna tiene la talla suficiente. Me imagino que como siempre hacer conclusiones de carácter general es meter en un mismo saco alguna brillante excepción, pero como en el fondo se trata de ver el nivel medio, los actuales no les llegan a la suela de los zapatos a sus predecesores.

Y no es difícil de entender, nada tienen que ver ni en formación humanista, ni en capacidad intelectual, ni en creación literaria, ni en profundidad de pensamientos. No son comparables los Zapatero, Pajín, Blanco, Rajoy, Sáenz de Santamaría, Montoro, con nombres tan ilustres como Azaña, Cánovas, Sagasta, Salmerón, Canalejas, Pi y Margall y muchos más. Es una lástima, pero es así, de donde no hay no se puede sacar y así nos luce el pelo a todos.

Creo además que la distancia se hace aún mayor si comparamos las sociedades de ambas épocas, el nivel de formación actual, el nivel cultural actual es mayor, es más amplio y de mayor calado que hace ochenta años. Nuestra sociedad ha evolucionado y estamos más formados y preparados que en los tiempos de las Repúblicas. Deberíamos ser aún más exigentes y reclamar de nuestros parlamentarios y políticos un mayor grado de calidad en intervenciones parlamentarias, discursos, declaraciones e incluso discusiones dialécticas entre contrincantes, se ha perdido incluso la capacidad de la ironía en el diálogo político.

O quizás lo único que ocurre es que han leído a Mark Twain, y están intentando hacer suya la ilustre frase del escritor que decía: “Es mejor tener la boca cerrada y parecer un estúpido, que abrirla y disipar la duda”.

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5 comentarios:

Juan Manuel Beltrán dijo...

Detalles:
Viene Sarkozy y a cuerpo gentil se explaya mas de media hora ante las dos cámaras sin un papel delante: envidia cochina.
Vamos al siglo XVIII y cualquier paleto medio usaba más de 6.000 términos. Hoy, nuestros bachilleres rondan los 1.500 contando con generosidad. Por debajo de 1000,una lengua se desconoce.
Tierno recibe al Papa ablando en latín
Sigo? No puedo estar más de acuerdo contigo chico: una pena que una lengua tan rica y sonora se peierda en malos usos y peores costumbres.

RollingStorming dijo...

Azaña ya decía:
"Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar"... por eso se dedican a decir lo que dicen, básicamente nada.

Un abrazo

Willy dijo...

Vivimos un tiempo mediocre y gris, gobernado por hombrecillos mediocres y grises,trabajando incansablemente por conseguir un futuro aun más mediocre y gris. ¿Cómo salir de esta pesadilla?
¿Cómo acabar con la partitocracia?
La sociedad está dormida y la prensa comprada, me gustaría se optimista pero no veo la salida, lo siento....

Jorge Martínez Beneyto dijo...

Willy:

Bienvenido a esta tu casa. Espero contar con muchos comentarios tuyos en adelante. Es un placer contar con tu opinión.

Un abrazo fuerte.

Unknown dijo...

Si es que les sacas del "¨Marchese Sr...". Lastima de la muerte de Labordeta, no por comulgar con sus ideas, sino porque era el que al final amenizaba, a su manera, la tediosa oratorio de nuestros politicos actuales.